Igloo, salakarma Pontevedra 04/03/11

Tras un intensivo trabajo de campo para convencer al trío calavera de que se empapara del sonido igloo, incluido su trapicheo de cedeses grabados @legalmente, (como atenuante a mi delito vil y rastrero he de decir que me decidí por la opción entrada+cd, espero que la ministra Sinde no este tan desocupada como para leer esto y me acuse de apología de la piratería....  fue un momento de debilidad....) nos dirigimos a la ciudad del Lérez para ver la presentación de su ultimo disco “Infinito3”. Pero, creo que algo se nos queda atrás...mmmm...veo por el retrovisor y me doy cuenta, nos hemos olvidado de la mujer esponja!!! Tras hacer una bonita ruta turística vigo-redondela-vigo... retomamos el camino a la villa pontevedriana...¿cuando se me han congelado las neuronas? será el frío infinito que nos atrae y no nos deja pensar....

Igloo en SalaKarma

Entramos en la renovada salakarma Heineken, después de que unos bocatas y algunas cervezas calmaran nuestros estómagos y que se uniera el cuarto jinete del apocalipsis, al que no nos fue muy difícil convencer para que nos acompañe, pero no vamos a hablar de él porque estaba en misión de incógnito.

No hay colas y a pesar de los precios contenidos (7 euros o  entrada+cd por 12 euros) y de que igloo presenta su ultimo disco “infinito3” en casa, la sala no tiene el aforo que debería, el ambiente gélido...

Con la media hora pertinente de retraso salen a escena dispuestos a hacer entrar en calor a todos los que estábamos allí, y el termómetro comienza a subir, su sonido se muestra contundente, cañero y directo, son animales de escenario,  enlatados no muestran todo su potencial, quizás no entran fácilmente, pero al escucharlos en directo son todo potencia, con el contrapunto de la personal voz de Beny. Te absorven y ya estas al otro lado de su universo.

Visitantes del planeta "finito"

Entre cerveza y cerveza, nos dimos cuenta que en su universo infinito nosotros éramos los extraterrestres y recibíamos su visita en el planeta karma. De su mundo sonoro llegó una expedición interplanetaria y dos astronautas nos hicieron una visita.... y nos colonizaron con sus bailes espaciales.

Al final, tras casi hora y media, volvió el frío a la sala, ¡no hubo bises!. Por favor, aunque solo sea un tema, necesitamos retrasar ese amargo momento que te deja el fin de un buen concierto... y que solo sabemos superar mezclando esos pedacitos de hielo que se derriten con bebidas espirituosas, que nos alegran el espiritu y adormilan nuestras neuronas maltratadas. Menos mal que para eso estaba allí el gran Jacobo tras la barra atendiendo nuestros delirios etílicos...

Ya estamos enganchados, incluso algún acompañante escéptico, y tenemos ganas de más...

Igloo, fijos en nuestra agenda.

Crónica de el amante guisante para noches reversibles.