viernes, 30 de diciembre de 2011

Havalina en concierto: de cómo una va a un concierto sin ganas y acaba con ganas de fiesta, colaboración de Raycur


Hace casi un año que fué aquel concierto de Havalina en La Fábrica de Chocolate de Vigo. La noche posterior al evento, bajo los efectos de bebidas espirituosas fui escribiendo un post-epistolar dirigido a la MujerEsponja, que estaba viviendo y reviviendo la experiencia en A Coruña, mientras yo en mi casita escribía este texto, sin ánimo de ser subido ni publicado. Después de casi un año pensando que el post se había perdido, lo encuentro enterrado entre otros, y es el momento de que vea la luz. Así que aquí está:

Verdades reveladas bajo dictado de Estrella Galicia
"Buenas noches, querida lectora. Sí, esta entrada es para tí, porque nunca será publicada. Antes de nada: esta entrada está escrita bajo el dictado de santa Estrella Galicia, por lo tanto se puede considerar escritura automática, o verdades reveladas. Y por supuesto no me hago responsable de las palabras en este post  vertidas.

Bien, querida lectora, habría que comenzar como todos los comienzos: explicando cómo acabé yo en un concierto de un grupo que no me gustaba, y que para más señas tú me habías recomendado. Pero eso ya lo sabes. Falla gente, sobran entradas, empiezas a avisar, una que es débil y se apunta a un bombardeo... y allí nos encontramos.

Cuando salen a tocar la sala está vacía. Pero vacía vacía. Vamos, que debíamos ser 25 ó 30 personas (ya sé que ahora el o de en medio de números no lleva tilde, pero yo me resisto a estas moderneces). Empiezan a tocar. El cantante tiene una voz muy sensual y sexual, pero el físico no le acompaña. Nada más verlo me recuerda al campiñón de Mario Bros. Carita de niño bueno y voz de chico malo. Bueno, voz de cochinote. O yo me pongo cochinota con su voz, no sé.  La primera canción lentorra, esto no promete. Le comento a mis amigos (otros que andaban por allí, que cualquiera te dice nada a tí, so fangirl, que estás hecha una fangirl!!) que si todo el concierto va a ser así me voy para casa. Y me dicen “espera”.  Y espero, claro. Vamos a darles una oportunidad, pero sin ganas.

Viernes Havalina en Vigo
De repente suenan unos acordes sucios, de esos que me tocan algo dentro, que me llaman la atención. Y el concierto empieza de verdad.  Miro hacia atrás, porque estábamos en la fila 0 y la sala se ha llenado. No estamos apretados, pero hay calor humano. Pienso “el amigo performancer estará al caer” y no tarda 5 minutos en aparecer con una peluca afro-rubia para darlo todo hasta el final. De vez en cuando unos alaridos suenan en mi oído derecho. Ah, no, que eres tú que me cantas a grito pelado en la oreja. ¿Es una promesa que has hecho por ser semana santa? ¿Será un karma que tengo pendiente que siempre me toca alguien en los conciertos que me canta pegado a todo volumen? Bueno, lo mejor es ponerte una cerveza en la mano para que tengas otra distracción. 



Punto salientable del concierto, además de la música, de lo bien que me lo pasé, de lo mucho que me gusta la fábrica, bla bla bla.. fue la camisa del bajista. Qué momento pleno tuve mientras vosotros, pedazo de grupis, comprabais los cedeses y camisetas, y yo sentadita en un taburete, observaba cómo ese cuerpo serrano recogía los enseres del grupo.  Sí, lo sé, estoy fatal. Y sí, lo sé también, yo no compré el disco. No quiero plástico. Quiero que la música no ocupe espacio físico. Es lo que tienen los pisos modernos, o más bien enanos.

Tú, mujer esponja, le pediste que te firmase el cd, y mientras el cantante lo hacía, tú con la rodilla flexionada cual flamenco en su charca, le contabas cómo nos habíamos conocido, cuántos gatos tenías tú, cuántos yo, de qué colores y sabediós cuantas cosas más. Pobre hombre.

Sábado Havalina en Coruña
En resumen, el concierto me gustó, me gustó mucho. Y mientras vosotros, malditos perros salidos del infierno, los estáis viendo en A Coruña de nuevo y tú me vas diciendo qué canciones están tocando, yo me las pongo en el grooveshark y me hago mi concierto alternativo casero mientras escribo estas líneas, y me tomo unas estrellagalicia a vuestra salud pero sobre todo a la de ellos.

Música para tener sexo. Música para escuchar. Música para disfrutar en directo. Como en la canción de LOL....

Y ahora ya soy, y ahora ya, ya lo soy

Y ahora ya soy, otro fan de John Boy..."





Reflexiones resacosas de Raycur para noches reversibles