sábado, 22 de octubre de 2011

Igloo, Náutico, San Vicente do Mar


Playa de la Barrosa, San Vicente do Mar
Toda banda al comenzar su carrera sueña con llenar aforos en grandes salas, o tocar delante de miles de seguidores en festivales o en macroconciertos. Pero lo raro es que artistas consagrados y con carreras de éxito, casi se peleen por incluir en sus bolos un pequeño local, situado en una pequeña península alejada del show-bussines musical.

Ese lugar existe y tenemos la suerte de que esté ubicado en uno de los pocos paraísos que nos quedan en nuestra castigada geografía costera. El náutico, en la playa de la Barrosa, es ese oasis musical al que Miguel de la Cierva ha sabido dotarle de ese toque enxebre e mariñeiro del que da gusto disfrutar tomando una cervecita al sol viendo el mar o en un concierto con olor a arena y salitre.


Al entrar en la sala, sorpresa, ¿No nos han cobrado?,¿Era gratis?... Bueno con la crisis lo agradecemos, pensamos, una copa más... 
Estaban sobre el escenario Viñalar Fantastic Band, banda pontevedresa que estaba haciendo bailar al público con una música folk-berbenera que le daba al local una atmósfera que nos transportaba a una tasca irlandesa.
Al terminar su actuación, nuestra alegría por ahorrarnos los 3 euros de la entrada, con que poco nos conformamos, se vuelve transitoria. Polo sube al escenario y con un discurso improvisado marcado en un acento galego-alemán nos invita amablemente y entre risas a salir a la playa y disfrutar del fresquito, para luego pasar por taquilla...así da gusto pagar.


Miguel de la Cierva acompañando a Igloo
Ya sobre la una de la mañana con la sala a medio aforo hacían acto de presencia Igloo sobre el escenario. Personalmente da gusto ese horario relajado del que hace uso la sala. Uno que siempre le ha gustado salir de fiesta a horarios en los que la mayoría volvían, le da mucha pereza ir a un concierto a las diez de la noche y este es el único local que parece que lo entiende, así la noche fluye...cervecitas, cena, digestivos, concierto y hasta que salga el sol.... lo que surja.


Con "nanomédicos" comenzaba Igloo el concierto fin de gira de la temporada, y evidenciaron que han adquirido soltura y consistencia a medida que ha transcurrido su gira de "Infinito 3". Se notaba que estaban jugando en casa, la familiaridad y cercanía con el público hicieron que interactuaran mucho más, lo que agradecimos enormemente. En el set-list no hubo sorpresas, y tampoco las buscábamos. 





Tarci Avila
Beni Ferreiro
Hasta que hicieron una pausa para una colaboración especial. Subieron al escenario, un bombo y una pedal steel guitar... (que me perdonen los puristas!!! pero no debía estar en clase cuando hablaron de este "aparato" y a pesar de haberlo visto y oído en ocasiones, me ha costado darle nombre, y todavía no estoy seguro haber acertado), con la que Miguel de la Cierva, alma máter de el náutico, y Polo al bombo les acompañaron para tocar una versión fantástica de "New Year's Day" de U2, como si de una jam session se tratase, al que la improvisación y el buen ambiente le daba una magia especial.


Como nos tienen acostumbrados el concierto tocaba a su fin con "zumo V" alargando el tema casi hasta el infinito para después ir desposeyendo uno a uno de los pilares del sonido de Igloo, guitarras, bajo y batería... 



"y qué más me da,
no puedo dejar de sangrar,
ni quiero.
prefiero mirar al sol.

mi teoría del caos...
y lo absurda que resulta."



Y como manía, o "sello de la casa", como nos explicaba Beni Ferreiro más tarde, no hubo bises. "Es que no somos Radiohead" nos decía entre risas, y ni falta que hace. Igloo goza de ser uno de los pocos grupos que mantienen su personalidad intacta, suenan a ellos mismos y son fieles a su estilo, algo de mucho valor al menos para todos sus seguidores.


Trás el concierto tuvimos la oportunidad de conocer a Beni personalmente, sin duda todo un placer poder charlar con él. El mérito del suceso se lo debemos a "la chica de los baños", no daremos muchos datos aquí que la chica tiene su reputación, aunque uno no sabe a veces si es peor la información o la desinformación…que la imaginación vuela y ya se sabe. Empeñada estaba en sacarnos de nuestro anonimato, ése que apreciamos tanto, y a pesar de las caras de estáshablandomásdelacuenta que le pusimos, caso omiso hizo y triunfante descubrió nuestras identidades. Beni, esperamos que sepas guardar el secreto o tendremos que buscarte para borrarte la memoria a lo Matrix.

Y eso fue lo que hemos podido experimentar por primera vez de concierto en el náutico, una pena que fuera el que practicamente cerraba la temporada 2011 y que por las fechas tardías no nos permitiera acabar la velada bañándonos en paños menores, o siquiera sin paños, en nuestro adorado Atlántico, aunque con dos copichuelas más... nadie sabe lo que habría pasado. Lo descubriremos el año que viene.





Crónica de "el amante guisante" para noches reversibles.






sábado, 1 de octubre de 2011

Igloo, La fábrica de chocolate, Vigo


Lamentablemente, desde la presentación de su tercer disco "Infinito 3" en la salakarma de Pontevedra, nos hemos perdido varios directos de nuestros esquimales favoritos, por motivos siempre ajenos a nuestras férreas y pertinaces voluntades. Tenía que ser en su visita a esta, nuestra ciudad, en la fábrica de chocolate, cuando por fin nos reencontráramos con una de las bandas gallegas (y nacionales), que más nos han transmitido en este año 2011 que inicia su recta final acercándonos al frío invierno.

Y frío, lo que se dice frío, la verdad no pasamos mucho. Primer día de octubre pero el ambiente era veraniego, quizá algo tendrá que ver la pinta de grimbergen, que nos habíamos metido entre pecho y espalda acompañando a unas tapas, mientras hacíamos tiempo para entrar en la sala.
     
Pasados treinta minutos de la hora programada, entramos en la fábrica de chocolate, no muy concurrida lamentablemente, influía seguro que esa misma noche había varios conciertos programados en la ciudad, pero ¿quien quiere ver al Gran Wyoming con su banda, cuando puedes verlo todas las noches en su programa de la caja tonta?, para nosotros no había color, el blanco gélido dilataba nuestras pupilas.


Portada de "Infinito 3"
En ese momento subían al escenario los componentes de Igloo, Beni Ferreiro (voz y guitarra), Tarci Ávila (guitarra), Pablo López (bajo) y Fran Rodríguez Manuel (batería) y a falta de un buen aire acondicionado en la sala, intentaron congelarnos con su sonido oscuro y sus guitarras afiladas y contundentes. Pero el efecto fue el contrario, estos esquimales tienen la extraña propiedad de hacernos entrar en calor, y como nos gusta sudar la camiseta en sus conciertos.


"dame algo que me quite esto de una vez
lo que siento es dentro de la piel"

Así comenzaba Beni, megáfono en mano, "nanomédicos", tema que abre su último trabajo "Infinito 3" (2011) y con el que comenzábamos tímidamente a mover los pies y la cabeza un público que ya ocupaba la sala llenando los huecos existentes. Después de "años luz" y "cientos de motivos" una de sus mejores canciones, "desarrollo de la autoestima" , que junto con "todos somos átomos", ambas de su albúm "La transición de fase" (2009), suenan muy directos y contundentes, se nota el trabajo de Pablo y Fran acompasandose brutalmente con el bajo y la batería.




Y la sorpresa de la noche, Beni se acerca al teclado y suenan unos acordes conocidos... comienza una versión bestial del "New Year´s Day" de los irlandeses U2. Aquí he de reconocer que me han tocado un poquito la fibra sensiblera. Mucho cariño le tengo a este álbum, "War" (1983) al que le daba buen uso por mediados de los 80 del siglo pasado, (dios que viejo me siento escribiendo esto) cuando de aquellas mis oídos sólo se permitían escuchar grupo heavys. Que gratos recuerdos... O no... Que se yo.






Para terminar.... el subidón, "el pase de la muerte" y "zumo V", el primer tema es un tiro directo y certero al cerebro que no te permite dejar de moverte a un ritmo rápido y voraz y el segundo es el preludio del fin. Como nos tienen habituados es la canción del final, de la fría despedida, y así se muestra, ritmo lento, asfixiante, voz languida desangrándose y se hace el caos, un caos ordenado que va in crescendo hacia un climax que nunca parece llegar, alargándose por segundos, minutos, interminable, hasta que uno a uno, Beni, Tarci y Pablo abandonan el escenario, desnudándolo poco a poco, física y sonoramente, dejando solo a Fran Manuel, encargado de dar el pistoletazo final destrozando las baquetas sobre su batería....


Solo este final nos puede hacer perdonarles que, como sello de la casa, no nos deleiten con ningún bis, pero bueno, el mundo no es perfecto. Y el suyo es frío, muy frío.



"todas las palabras huecas
que me hayan hecho sangrar,
me las guardo por si un día
no consigo aguantar
...
todas las palabras buenas
que hayan logrado aguantar
me las guaro por si un día
las quieres recuperar"


set-list del concierto en spotify


Crónica de "el amante guisante" para noches reversibles.