Iván Ferreiro, La Iguana Vigo 28/12/2010

Hoy el que escribe estas líneas es “el vecino Totoro”. Sin haber usurpado la identidad de este personaje, me habría perdido el concierto que nos ofreció Iván Ferreiro con motivo del 20 aniversario de la mítica sala viguesa La Iguana.

Y es que la mujer esponja “de armas persuasivas, a veces si, a veces también” llevaba bastante tiempo taladrándome la cabeza con el concierto de Iván Ferreiro. Y me gusta, pero no alcanzo a la devoción de su parroquia, digamos que soy un tipo algo escéptico. Eso unido a que mi primer concierto fue un acústico en un lugar de la salakarma donde no quiero acordarme y que no me dejó muy buen sabor de boca, un músico de baja y sólo Iván al piano acompañado creo recordar de su hermano, pero esa es otra historia...

Yo exponía mis argumentos para que la incisiva mujer esponja me dejara en paz, y la cosa funcionaba pero a eso de las 6 de la tarde, facebook, twitter, móvil. “Baja inmediatamente a la iguana, 4 entradas gratis para el vecino Totoro”

Allí me voy rápidamente, ventajas de vivir cerca, pero no hay nadie, yo me esperaba a los hermanos Ferreiro con todo su grupo tocando en la acera para recibirme, con banderolas, globos y demás parafernalia... pero no, la oscura y fría acera era mi compañera, y yo, presa de mi nerviosismo, no atinaba a ver el puto timbre (perdón por lo de timbre) que para mas inri, allí estaba, desafiante, blanco como una patena, sobre la negra fachada de La Iguana.

Al final, dos entraditas cayeron en mis bolsillos, gracias Iván.

Pero en casa del pobre la alegría dura poco, media hora de cola a la puerta de la sala, algo que nos gusta tanto antes de los conciertos, y en el momento de entrar le digo ruborizado mi gracioso nombre al portero de 2x2, el tío me mira raro, lee su lista y dice que no hay ninguna entrada a “nombre del vecino Totoro”, joeer, a cuadros me quedo. Le repito que mire otra vez, que es del twitter, que las da Iván, pero nada, no aparezco.

Y la cola no avanza, el portero se pone nervioso, y yo más, la situación estancada cual partida de ajedrez en tablas. Cuando el armario ropero de dos patas me iba a levantar del suelo y sacarme a patadas del local... ¡milagro! la hoja de la discordia tenia varios nombres por la parte trasera y allí estaba el dichoso Totoro, casi le doy un beso al gorila....me ha perdonado la vida y encima entramos en la sala...misión cumplida, ahora tocan risas y cervezas.... Ah! y el gran Iván Ferreiro.

Cuando Iván, Amaro y el resto de los músicos salieron a escena la totalidad del público ya estaba entregado a su ídolo. Desgranó los temas de sus últimos discos y entre canción y canción mostró una gran familiaridad con su público, como si estuviera tocando desde el sofá de su casa con sus amigos. 

Iván Ferreiro en La Iguana.

Disfrutamos de momentos intensos con Manolón  (road manager) acompañando al grupo con el bajo en varios temas, Nicolás Pastoriza (cantante de Marabunta, Ectoplasma) cantando a dúo con Iván y El Puto Koke haciéndonos mover las cabezas a ritmo de rap.

Los hermanos Ferreiro al piano y a la guitarra nos mostraron su cara mas íntima, con algunos clásicos de Los Piratas, y el himno del rápido de Bouzas, mientras protestaba por fumarse su ultimo “cigarrito” sobre un escenario....  tras los bises, agradecimientos y despedida, la magia se rompe, pero quedamos satisfechos, hemos disfrutado de una banda muy sólida y de la voz y puesta en escena particular de Iván Ferreiro.

Aunque en esta ocasión fue por la patilla, hubiera merecido la pena haberse rascado el bolsillo, tocará para la próxima.

Crónica de “el vecino Totoro” para noches reversibles

Love of Lesbian, Sala Capitol Santiago, 16/12/10

Podría decirse que el año 2010 ha sido el año LOL. Sí, pasamos de no haberlos visto nunca en directo a disfrutar de 1, 2, 3...4!!!! conciertos de estos barceloneses. Del que me dispongo a escribir la pertinente crónica aunque a título retroactivo fue el tercero de cuatro. A finales de verano, vimos publicado que Love of Lesbian darían una serie de conciertos de fin de gira de algo más de 2h de duración...se nos encendieron las ganas al ver que las ciudades gallegas de Santiago y Pontevedra estaban entre las seleccionadas. Más aún, la sala elegida en Santiago era la Capitol, LA SALA entre las salas...un único pero, se celebraría en jueves...y esto haría que muchos de nuestros posibles acompañantes se lo pensaran dos veces. A esto habría que añadir que el concierto en Pontevedra tendría lugar tres días después, en domingo, lo que disparaba las posibilidades de que finalmente fuera la ciudad elegida. Pero una que no se rinde tan fácil tenía claro que no se lo podía perder...sopesando las opciones a mi alrededor era obvio que la más accesible recaía en guisante. Y con la premisa: "Si tú vas yo voy", compramos las entradas.Ya no había vuelta atrás.

                                                                       

Love of lesbian en sala Capitol.

Llegó el gran día. Salir del trabajo. Bajar a casa de guisante. Adecuar el vestuario al evento. Guisante prepara unos sandwich. Unas birras para entrar en ambiente. Salimos para Santiago. Dejamos atrás el puente de rande, pontevedra...de pronto guisante hace un giro brusco...: "¡una gasolinera!, espera, esas luces naranjas...es un peaje!!! Mierda!!! ¿Qué señorita cajera del peaje? ¿Que no hay una entrada de vuelta para Santiago? ¿Que tenemos que ir por carretera hasta Padrón?? ay mecagoenlamar!!!" Y así fue, nos hicimos una ruta turística hasta la tierra de los pimientos más conocidos de la comarca donde recuperamos el sendero oficial. Llegamos, justitos, haciendo gala de los imprevistos siempre presentes en nuestras andaduras, pero llegamos.

Esperando en la cola para entrar nos quedamos congelados...¡que fría noche de diciembre! Pero la calidez de la sala nos esperaba para deshacer el hielo exterior. Es decir, tras dos reconstituyentes en forma de vasos de litro color ámbar el calor volvía a hacerse hueco paulatinamente. El concierto comenzó con bastante puntualidad. La sala estaba completa, de hecho ni siquiera quedó ninguna entrada para vender en taquilla, y el buen rollo que se respiraba hizo que el concierto fuera de los mejores a los que he asistido.

 

Fue genial escuchar temas que nunca antes habíamos oído en directo, ya que al ser de mayor duración, el repertorio daba para más. Nos dejaron perdernos en su universo, sin encontrar las respuestas en "Universos Infinitos", simplemente preciosa. Me deleitaron enormemente cuando escuché los primeros acordes de "Música de ascensores", ...sin manera humana de asombrarnos mutuamente, sólo queda ser sensatos y aceptar que siempre fuimos satélites de amplia trayectoria, tantas veces intangibles, de aquellos que sólo alumbran cuando dejas de buscar... hipnotizada me dejaron, es sin duda una de mis preferidas y era la primera vez que los escuchaba tocarla, al parecer, es también una de las favoritas de Santi Balmes. No faltaron los clásicos, como "Club de fans de John Boy" que el público coreó a voz en grito, "Algunas plantas", con el consiguiente baile del grupo, ducha de botellas de agua y bajada del escenario a la que nos tienen acostumbrados....vamos, se montó una buena fiesta que continuó al simular la nochevieja de 1999, con campanadas incluídas...son la bomba! Como detalle al público gallego, tocaron "Shiwa" en gallego, con la chuletilla en mano! Tampoco faltaron los momentos más íntimos con el tema "1999", proyecciones de vídeo incluídas, ...Ya no hay ganas de seguir el show, ni de continuar fingiendo, sólo quiero ser espectador...Y también "Voy a romper las ventanas" ... Admito en voz alta que no pocas veces he sido tentado en coger mi esperanza y lanzarla sin más a la fosa común donde yacen los sueños que nos diferencian. Tal vez ¿has pensado en renunciar? Yo aún no... Absolutamente brutal.

A pesar de que fue un concierto larguísimo...se nos hizo corto!! El famoso dicho: "lo bueno, si breve, dos veces bueno", no aplica... pero es que ¿acaso es aplicable en alguna circunstancia? ¿quién quiere poco de lo bueno? Sin duda está sobrevalorado y lo usamos para engañar a nuestro subconsciente cuando no podemos seguir disfrutando de lo que nos gusta y apetece, esto lo traslado a todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Disertaciones aparte...fue una noche increíble! Al salir de la sala el jugo color ámbar seguía haciendo efecto y nos invitaba a continuar nuestra andanza por las tortuosas calles del casco viejo santiagués...pero en un instante de lucidez, decidimos ser sensatos y aceptar que lo mejor sería comenzar el camino de retorno a casa, aún nos quedaba un trayecto que recorrer y al día siguiente esponja madrugaba...y guisante...guisante no, pero sin duda lo esperaban con ansiedad en casa.





Crónica de la mujer esponja para noches reversibles