Hace casi un año que fué aquel concierto de Havalina en La Fábrica de Chocolate de Vigo. La noche posterior al evento, bajo los efectos de bebidas espirituosas fui escribiendo un post-epistolar dirigido a la MujerEsponja, que estaba viviendo y reviviendo la experiencia en A Coruña, mientras yo en mi casita escribía este texto, sin ánimo de ser subido ni publicado. Después de casi un año pensando que el post se había perdido, lo encuentro enterrado entre otros, y es el momento de que vea la luz. Así que aquí está:
Verdades reveladas bajo dictado de Estrella Galicia |
Bien, querida lectora, habría que comenzar como todos los comienzos: explicando cómo acabé yo en un concierto de un grupo que no me gustaba, y que para más señas tú me habías recomendado. Pero eso ya lo sabes. Falla gente, sobran entradas, empiezas a avisar, una que es débil y se apunta a un bombardeo... y allí nos encontramos.
Cuando salen a tocar la sala está vacía. Pero vacía vacía. Vamos, que debíamos ser 25 ó 30 personas (ya sé que ahora el o de en medio de números no lleva tilde, pero yo me resisto a estas moderneces). Empiezan a tocar. El cantante tiene una voz muy sensual y sexual, pero el físico no le acompaña. Nada más verlo me recuerda al campiñón de Mario Bros. Carita de niño bueno y voz de chico malo. Bueno, voz de cochinote. O yo me pongo cochinota con su voz, no sé. La primera canción lentorra, esto no promete. Le comento a mis amigos (otros que andaban por allí, que cualquiera te dice nada a tí, so fangirl, que estás hecha una fangirl!!) que si todo el concierto va a ser así me voy para casa. Y me dicen “espera”. Y espero, claro. Vamos a darles una oportunidad, pero sin ganas.
Viernes Havalina en Vigo |
Punto salientable del concierto, además de la música, de lo bien que me lo pasé, de lo mucho que me gusta la fábrica, bla bla bla.. fue la camisa del bajista. Qué momento pleno tuve mientras vosotros, pedazo de grupis, comprabais los cedeses y camisetas, y yo sentadita en un taburete, observaba cómo ese cuerpo serrano recogía los enseres del grupo. Sí, lo sé, estoy fatal. Y sí, lo sé también, yo no compré el disco. No quiero plástico. Quiero que la música no ocupe espacio físico. Es lo que tienen los pisos modernos, o más bien enanos.
Tú, mujer esponja, le pediste que te firmase el cd, y mientras el cantante lo hacía, tú con la rodilla flexionada cual flamenco en su charca, le contabas cómo nos habíamos conocido, cuántos gatos tenías tú, cuántos yo, de qué colores y sabediós cuantas cosas más. Pobre hombre.
Sábado Havalina en Coruña |
Música para tener sexo. Música para escuchar. Música para disfrutar en directo. Como en la canción de LOL....
Y ahora ya soy, y ahora ya, ya lo soy
Muchas gracias querida Raycur por la colaboración, sabes que somos fans absolutos de tus entradas!
ResponderEliminarEspero que esta experiencia te sirva de lección para no volver a dudar de mis recomendaciones..porque ya van unas cuantas que te han enganchado! :P
Y desde luego...vaya fama me pones...ya lo estás arreglando!
Grandes Recuerdos
ResponderEliminarGrandes Recuerdos
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